lunes, agosto 28

PROYECTO DE RESOLUCION

PROYECTO DE RESOLUCIÓN QUE PRESENTA ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR AL PUEBLO DE MEXICO PARA SU ANÁLISIS, DISCUSIÓN Y, EN SU CASO, PARA SU APROBACIÓN EN LA CONVENCIÓN NACIONAL DEMOCRÁTICA

El día de hoy el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación decidió convalidar el fraude a la voluntad ciudadana expresada en las urnas el dos de julio y respaldar a los delincuentes que nos robaron la elección presidencial. Con esta decisión se rompe el orden constitucional y, en los hechos, se abre el camino a un usurpador que pretende ocupar la Presidencia de la República mediante un Golpe de Estado.

Los siete magistrados del supuesto Tribunal Electoral asumieron una actitud cómplice al desechar pruebas contundentes y pretender ignorar lo que es de dominio público. Durante todo el proceso electoral de 2006, desde su preparación hasta su calificación, el presidente Vicente Fox organizó y ejecutó un operativo de Estado para impedir a toda costa la llegada a la Presidencia de la República del candidato de la Coalición Por el Bien de Todos.

El fraude electoral no sólo le cerró el paso a un aspirante presidencial, sino que anuló de facto los derechos constitucionales del pueblo de México de escoger libre y democráticamente a quien gobierne los destinos de la Nación. Estamos ante un evidente retroceso en la vida democrática del país porque no hubo respeto al sufragio y se pretende cancelar el derecho de millones de mexicanos, en particular de los más pobres, de elegir un gobierno que verdaderamente los represente.

En una República democrática y representativa, el sufragio efectivo constituye la expresión de la soberanía popular. Pero una minoría rapaz que se ha apropiado ilícitamente del poder y de los recursos de la Nación, ha perpetrado este fraude electoral para imponer sus intereses por sobre las aspiraciones y necesidades del pueblo mexicano. Representa un atentado contra la soberanía nacional que, como establece el artículo 39 constitucional, reside esencial y originariamente en el pueblo.






La imposición y la usurpación comenzaron a fraguarse desde finales de 2003, cuando el gobierno de Vicente Fox y los grupos de poder más conservadores del país iniciaron una campaña para destruirnos políticamente. Primero intentaron involucrarme en presuntos actos de corrupción con los llamados videoescándalos. Ahora se sabe que fue una conspiración en mi contra, urdida por Carlos Salinas, Diego Fernández de Cevallos y Vicente Fox, en la que utilizaron a las instituciones del Estado y a los medios de comunicación. Quedó claro que se trató de una maniobra planeada desde el poder para desacreditarnos.

Posteriormente, recurrieron al desafuero. Torciendo la ley y utilizando instituciones del Estado como la Secretaría de Gobernación, la Procuraduría General de la República, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la Cámara de Diputados, trataron de destituirme como Jefe de Gobierno del Distrito Federal para despojarme de mis derechos políticos e inhabilitarme jurídicamente como candidato. Pero la movilización de cientos de miles de mexicanos detuvo esta injusticia y me sacó adelante.

Como fallaron todos los intentos ilegales por impedir mi participación en la elección presidencial, el gobierno y la derecha planearon el fraude en los comicios de este año para detener nuestro triunfo.

El verdadero motivo para obstaculizar nuestro arribo a la Presidencia de la República, es porque defendemos un Proyecto de Nación que representa una crítica de fondo al modelo económico neoliberal que sólo ha beneficiado a unos cuantos privilegiados y ha empobrecido a la mayoría de los mexicanos. Nuestra propuesta de gobierno constituye un peligro para los intereses de una minoría rapaz y poderosa.

El fraude electoral de 2006 ha sido a la vez el más burdo y el más sofisticado de la historia electoral de México. Se recurrió lo mismo a los métodos tradicionales como el acarreo de votantes, la sustitución de funcionarios de casilla, el relleno de urnas con votos ilegales, y la falsificación de actas de escrutinio de las casillas, que a medios más sofisticados como la manipulación de los sistemas de cómputo, todo lo cual configuró una serie interminable de ilícitos electorales.

Desde el inicio del proceso electoral, el aspirante del PAN se convirtió en el abanderado oficial al que Vicente Fox buscó imponer por todos los medios, violando las leyes y la Constitución. El Presidente de la República, en lugar de actuar como estadista, se comportó como jefe de grupo y utilizó ilegalmente la estructura del Estado y recursos materiales oficiales para apuntalar la candidatura panista. Se usaron recursos públicos para comprar votos y los beneficios de los programas sociales a cambio de sufragios para el partido de la derecha.





El Instituto Federal Electoral, lejos de actuar como juez y árbitro de la contienda, se subordinó a los intereses de una minoría y de su candidato, convirtiéndose en cómplice del fraude para legalizar la imposición. Las autoridades electorales actuaron de manera facciosa y permitieron que el gobierno y el PAN gastaran millones de pesos públicos y privados que rebasaron con mucho los límites legales establecidos; toleraron también que, contraviniendo la ley, el partido de la derecha lanzara una guerra sucia en nuestra contra a través de los medios masivos de comunicación, como nunca se había visto en nuestro país; y por si fuera poco, solaparon la campaña ilegal del Consejo Coordinador Empresarial y de algunos grupos económicos para calumniarnos y generar miedo en la población. Con todo ello, antes de la jornada electoral ya se había configurado y tipificado el fraude como un operativo de Estado.

En la elección presidencial, el IFE violó sistemáticamente los principios constitucionales de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad que deberían haber normado su actuación. Este organismo, en vez de cumplir con sus obligaciones legales, actuó abiertamente a favor del partido en el poder. En particular, fue notoria la complicidad con el gobierno federal de los consejeros electorales, quienes fueron designados en realidad por el PAN y por Elba Esther Gordillo Morales, símbolo del corporativismo sindical caduco y del antiguo sistema político priísta.

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que conforme al artículo 99 constitucional es la máxima autoridad jurisdiccional en la materia, a pesar de las evidencias del fraude, se opuso a limpiar la elección y se negó a realizar el recuento “voto por voto” y “casilla por casilla”, no obstante le fue demandado por millones de mexicanos y que tiene facultades de ley para ello.

Las irregularidades fueron muchas y en las cifras del IFE la diferencia entre los candidatos punteros fue mínima, pues el aspirante del PAN habría obtenidos 15’ 000, 284 votos y el abanderado de la Coalición Por el Bien de Todos, 14’ 756, 350 votos; es decir, una diferencia entre ambos de apenas 0.58 por ciento (243, 934 sufragios), pero los magistrados del Tribunal Electoral, en un acto de simulación, sólo ordenaron la apertura de 11,839 casillas –al final resultaron 11,720–, correspondientes al 9.07 por ciento de las 130,477 instaladas en todo el territorio nacional.

A pesar de ello, esta diligencia judicial practicada por el Tribunal demostró que las alteraciones de los resultados electorales no fueron producto de “errores aritméticos” de los ciudadanos, sino parte de un operativo de fraude electoral fraguado y organizado por el grupo en el poder. En este recuento parcial quedó de manifiesto que se violó de manera sistemática la ley para defraudar a los votantes, llegándose incluso a manipular el conteo de los votos:



1) En el operativo fraudulento se introdujeron y eliminaron de manera ilegal votos en las urnas, pues en 43 por ciento de las casillas revisadas por los jueces se encontraron votos de más; es decir, votos que no fueron emitidos por ciudadanos. Se introdujeron ilegalmente un promedio de seis sufragios por casilla y en 30 por ciento de las urnas se robaron un promedio de 10 votos emitidos a favor del candidato presidencial de la Coalición Por el Bien de Todos;

2) La falsificación dolosa de actas de escrutinio se hizo evidente al recontar los votos, en miles de ellas aparecen registrados sufragios que no corresponden a los depositados por los ciudadanos. En 81 por ciento de las actas de escrutinio revisadas existen variaciones respecto a los votos emitidos, lo que confirma la adulteración masiva y deliberada para favorecer al candidato de la derecha, al que se le agregaron de forma artificial un promedio de 1.14 votos por casilla;

3) Este recuento demostró también que los paquetes electorales fueron abiertos y manipulados después del cómputo distrital; en todos los distritos electorales revisados, se encontraron cientos de paquetes sin los sellos oficiales y sin las firmas de los representantes de los partidos y de los funcionarios de casilla, evidenciándose de tal manera un manejo ilegal de paquetes, sobres y boletas electorales, antes, durante y después del cómputo distrital;

4) El recuento parcial ordenado por los magistrados comprobó así, que el Consejo General del IFE y muchos de los Consejos Distritales actuaron con dolo, en complicidad con el gobierno federal, para beneficiar al PAN y robarnos la elección presidencial.

Si nos atenemos a los criterios establecidos por el Tribunal Electoral para analizar las casillas que se recontaron, podemos asegurar que nosotros ganamos la elección. La sentencia del Tribunal Electoral para ordenar la apertura de los paquetes electorales establece que “el número de ciudadanos debe ser igual a las boletas depositadas en la urna y a la votación emitida”. Y precisa: “En especial, las cifras correspondientes a las boletas depositadas en la urna y la votación total emitida deben coincidir, pues en este caso ya no se concibe la posibilidad de que en el paso de extraer las boletas y contabilizar los votos para los contendientes, merme o se incremente la suma de boletas extraídas de la urna, por lo cual, si alguna de esas cifras es mayor, se genera un indicio en el sentido de que en algún momento del escrutinio y cómputo, se sustrajeron indebidamente votos válidos o se incluyeron espurios, salvo que se demuestre lo contrario”.

La Ley General del Sistema de Impugnación en Materia Electoral establece, en su artículo 75, como causales de nulidad de casillas, entre otras: “Existir irregularidades graves, plenamente acreditadas y no reparables durante la jornada electoral o en las actas de escrutinio y cómputo que, en forma evidente, pongan en duda la certeza de la votación y sean determinantes para el resultado de las mismas”.



Si los magistrados hubiesen respetado los términos de la sentencia para el recuento parcial de casillas que ellos mismos aprobaron, y acatado la legislación electoral, tendrían que reconocer que en las casillas recontadas hay 71 mil, 142 votos espurios, introducidos ilegalmente en las urnas, y 122 mil, 266 sufragios válidos que fueron sustraídos inexplicablemente. Si hubieran aplicado la ley y respetado sus propios criterios, deberían haber anulado las casillas donde se mantienen estas irregularidades aún después del recuento. Y si hubieran procedido de esa manera, habrían reconocido que la Coalición Por el Bien de Todos triunfó en la elección presidencial por 526 mil votos.

Es más, si se aplican los mismos criterios legales y se proyectan a la votación nacional, eliminando los votos espurios agregados de forma arbitraria y los que fueron sustraídos con dolo, los magistrados debieron reconocer que ganamos la Presidencia de la República por más de dos millones de votos. De esa dimensión ha sido el fraude electoral realizado en contra nuestra.

El gobierno federal a fin de imponer el fraude, después del dos de julio siguió violentando el orden legal del país y con un nuevo derroche de recursos públicos y privados, ha buscado, con una campaña en los medios de comunicación, convencer a los mexicanos de que ganó el candidato de la derecha, aunque en realidad perdió la elección presidencial. El presidente Fox llegó al colmo de presionar públicamente a los magistrados para que fallaran a favor de sus deseos y proclamó el triunfo del candidato oficial, lo que dejó al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sin la posibilidad de emitir libremente su resolución.

Al declarar válidos los resultados de los comicios, los magistrados asumieron una decisión política y no jurídica. La sumisión de estas personas, que no supieron actuar como jueces, a los designios de un grupo de privilegiados y de extremistas de derecha, que se han apoderado del aparato estatal haciendo a un lado los intereses de la República, representa no sólo una vergüenza en la historia de nuestro país, sino una violación al orden constitucional y un verdadero Golpe de Estado.

Esta situación de violencia institucional y de trastocamiento de las instituciones es, para millones de mexicanos, ofensiva e inaceptable.

Por eso, desde el 15 de agosto, ya previendo esta confabulación contra la voluntad popular, convocamos a la Convención Nacional Democrática Por el Bien de Todos que, con representantes de los pueblos, comunidades, barrios, municipios, organizaciones sociales, civiles, sindicales y políticas de todo el país, se reunirá el 16 de septiembre de 2006 para decidir en definitiva el papel que asumiremos en la vida pública de México.





El artículo 39 constitucional a la letra dice:

“La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo momento el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”.

En consecuencia, en el marco de la resistencia civil pacífica que estamos llevando a cabo y con fundamento en este artículo constitucional, propongo para su análisis, discusión y, en su caso, aprobación de la Convención Nacional Democrática, el siguiente:



PLAN

1º. Se desconoce el cómputo oficial dado a conocer el día de hoy por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que pretende legalizar el fraude cometido el dos de julio de 2006.

2º. Se rechaza la usurpación y se desconoce al señor Felipe Calderón Hinojosa como presidente de la República, lo mismo que a los funcionarios que él designe, así como a todos los actos de su gobierno de facto, ya que todo poder público debe dimanar de la libre voluntad del pueblo.

3º. Propongo que la Convención Nacional Democrática resuelva, previa deliberación y con el voto libre de los delegados, si constituimos un Gobierno de la República o una Coordinación de la Resistencia Civil Pacífica. Esto implica también decidir, democráticamente, si habremos de reconocer y ratificar a un Presidente legítimo de los Estados Unidos Mexicanos, o si la Convención elige a un Jefe de Gobierno en Resistencia, a un encargado del Poder Ejecutivo, o a un Coordinador Nacional de la Resistencia Civil Pacífica. Todo ello, en tanto dure la usurpación.

4°. El órgano que aprobemos y quien lo represente deberá aplicar un programa básico con cinco objetivos fundamentales:

1) Llevar a cabo todas las acciones necesarias para defender y proteger a millones de mexicanos pobres, humillados y excluidos, que tienen hambre y sed de justicia, buscando combatir a fondo la pobreza y la creciente desigualdad que imperan en nuestro país.




2) Defender el patrimonio de la Nación, que es de todos los mexicanos, por lo que no se permitirá bajo ninguna modalidad la privatización del petróleo ni de la industria eléctrica, como tampoco de la educación pública en todos sus niveles, ni de las instituciones de salud y de seguridad social; y se defenderán por todos los medios legales y mediante acciones de resistencia civil pacífica, los recursos naturales estratégicos para el bienestar de los mexicanos y la independencia y soberanía de la Nación.

3) Hacer valer el derecho público a la información a fin de que los medios de comunicación públicos y privados garanticen espacios a todas las expresiones sociales, culturales y políticas del país, brinden una información veraz y objetiva, contribuyan al enriquecimiento cultural de los mexicanos y sirvan de base para que la población participe de manera consciente y libre en la toma de decisiones.

4) Trabajar para hacer desaparecer el Estado patrimonialista ya que el gobierno no puede seguir siendo un comité al servicio de una minoría, por lo que la lucha contra la corrupción y la impunidad debe enfrentarse como una prioridad, a fin de que se castigue a quienes desde el poder lo utilizan para beneficio propio, cometen abusos transgrediendo impunemente las leyes y despojan a los mexicanos de su patrimonio. El poder público y el ejercicio del gobierno no pueden significar la protección de privilegios ni de la corrupción.

5) Luchar para que las instituciones nacionales sean objeto de una renovación profunda, en particular las instituciones políticas, que lejos de atender el interés público se encuentran secuestradas por unos cuantos grupos de poder y sólo actúan en su beneficio. La política económica y hacendaria se aplica sólo en beneficio de algunos potentados y traficantes de influencias. La Suprema Corte de Justicia de la Nación en lugar de proteger al débil, actúa para legalizar los despojos que comete el fuerte y proteger a los delincuentes de cuello blanco.

5°. Propongo que la Convención Nacional Democrática decida si el órgano de gobierno y quien lo represente, se instale y tome posesión formalmente el 20 de noviembre o el primero de diciembre de 2006.

6°. Los acuerdos tomados por la Convención Nacional Democrática Por el Bien de Todos deberán asumirse de manera voluntaria por ciudadanos libres de todas las condiciones sociales, pueblos, religiones e ideologías.

7°. El nuevo gobierno surgido de la Convención Nacional Democrática no pedirá apoyo corporativo e incondicionalidad a nadie y respetará las decisiones que tomen partidos políticos, legisladores, gobernadores e integrantes de los ayuntamientos del país.



Mexicanas y mexicanos:

Hoy vivimos momentos de definición histórica. Ante la gravedad de los acontecimientos, muchos ciudadanos, hombres y mujeres libres, pensamos que es tiempo de reafirmar los derechos individuales y sociales, y los ideales de libertad, democracia y justicia que han marcado las luchas más nobles de los mexicanos.

Con la imposición del gobierno de la usurpación se violó la soberanía popular y se transgredió la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. A este agravio, que representa en los hechos reducir la democracia a una mera farsa, hay que agregar la decadencia y el descrédito de las instituciones públicas que han dejado de representar el interés general del pueblo.

No solo está en cuestión la estructura jurídica del Estado y su régimen político. En un país como el nuestro, donde existen tantos privilegios y tanta desigualdad, la democracia adquiere una dimensión social fundamental: se convierte en un asunto de sobrevivencia. La democracia es la única opción, la única esperanza para millones de pobres; representa para la mayoría de la gente la vía para mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. Por todo eso, hacemos el compromiso de defender la democracia y hacerla valer.

A fin de mantener sus privilegios y por capricho de los poderosos, se anuló la voluntad popular y, en consecuencia, se hace imprescindible reivindicar y luchar por la justicia, la democracia y la renovación radical de las instituciones de la República.

¡Nunca más una República simulada¡ ¡Nunca más la violación a los principios constitucionales que garantizan los derechos del pueblo! ¡Nunca más instituciones dominadas por el poder y el dinero! ¡Nunca más el engaño y la mentira como forma de gobierno! ¡Nunca más aceptaremos un gobierno ilegal e ilegítimo en nuestro país!

Convoco hoy al pueblo de México a iniciar juntos una etapa nueva de la vida pública del país. Con los principios por delante, con la dignidad moral y con el apoyo de la gente, haremos los cambios y las transformaciones que necesita la República.

Esta propuesta está inspirada en lo más profundo de la historia de nuestro país y en pensamientos como los del presidente Benito Juárez, que en su tiempo escribió: “El pueblo que quiere ser libre lo será. Hidalgo enseñó que el poder de los reyes es demasiado débil cuando gobiernan contra la voluntad de los pueblos”.




Andrés Manuel López Obrador


En la Plaza de la Constitución,
Zócalo de la ciudad de México,
a 28 de agosto de 2006.


TRAS LA REPRESION SALIERON A LAS CALLES




DISCURSO DE JAVIER GONZALEZ GARZA

PALABRAS DEL DIPUTADO ELECTO Y COORDINADOR DE LA FRACCIÓN DEL PRD EN LA LX LEGISLATURA, JAVIER GONZÁLEZ GARZA, EN LA ASAMBLEA INFORMATIVA REALIZADA EN EL ZÓCALO DE LA CIUDAD DE MÉXICO.

Compañeras y compañeros:

Hoy, desde el corazón político y social del país, estamos aquí para refrendar nuestro compromiso. El de los representantes populares del PRD con este ejemplar movimiento social que sintetiza las mejores causas democráticas y de la lucha por la justicia social en México.

Participamos en la campaña electoral con las propuestas políticas, económicas, sociales y culturales expresadas en la plataforma de la Coalición por el Bien de Todos. Las propuestas enarboladas por nuestro candidato presidencial, ¡el genuino candidato ganador! Andrés Manuel López Obrador.

Nosotros los legisladores electos del PRD estamos concientes de los compromisos que tenemos con ustedes, con nuestros electores, con nuestro andar por la democracia, con la historia de este país. Quiero decirles que desde la trinchera legislativa vamos a luchar para conseguir que se lleven a cabo las transformaciones necesarias para que haya patria para todos. En concreto:

· Combatiremos la pobreza y la desigualdad con leyes más justas.
· Defenderemos el patrimonio de la nación: la industria eléctrica, el petróleo, nuestros recursos naturales, la educación pública, la seguridad social.
· Pugnaremos por el irrestricto derecho público a la información.
· Combatiremos con reformas la corrupción estructural y la impunidad.
· Trabajaremos por la renovación de nuestras instituciones civiles.
· Lucharemos por implementar un plan de austeridad que elimine los privilegios de la alta burocracia, para beneficio de los más pobres del país.

Compañeros y compañeras; no crean ustedes que no sabemos quiénes son los enemigos de la democracia. Sabemos a quiénes nos enfrentamos y sabemos que tenemos la razón.



Ellos son los privilegiados de siempre, quienes sin respetar la ley invocan el “imperio de la misma”. Todos hemos sufrido sus prácticas antidemocráticas e ilegales.

En 1968, ante un movimiento social que lo único que pedía era diálogo público con las autoridades, fuimos acusados de lo mismo que hoy se nos acusa: de ser violentos, de no respetar la ley, de que atrás de nuestra lucha había intereses para desestabilizar al país y la respuesta fue la represión. Pero aquí estamos 38 años después y seguimos luchando por la democracia.

Ellos son quienes votaron por legalizar el fraude electoral de 1988, son los que legalizaron la estafa más grande de la historia, el Fobaproa, los que han rebasado topes de campaña y recibido financiamiento ilegal, quienes reciben ayuda de empresas e intereses extranjeros, son quienes impusieron un consejo del IFE que defraudó a los mexicanos. Son ellos los cínicos que hablan de estado de derecho queriendo imponer un estado de derecha.

También, son los responsables del complot de los videoescándalos, el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, las mentiras, la guerra sucia, las campañas del miedo. Durante este proceso electoral, son ellos encabezados por el presidente Fox los que traicionaron a la democracia. Son los mismos que ahora piden legalidad, diálogo y respeto a las instituciones. ¡No tienen vergüenza!

Hoy desde aquí queremos recordarles que más allá de lo obsoleto y anacrónico del formato del informe presidencial. Más allá de que fue diseñado para rendir pleitesía al ejecutivo, el informe de gobierno debería ser un acto republicano de rendición de cuentas, un acto orientado a someter la figura del poder ejecutivo al examen de sus actos de gobierno, de cara al pueblo, a la representación popular. Paradójicamente hoy el recinto del poder legislativo, autónomo E independiente se encuentra en estado de sitio por órdenes del poder ejecutivo. Repudiamos enérgicamente ese acto de intimidación. Es precisamente en ese Congreso, sitiado por la Policía Federal Preventiva y el Estado Mayor Presidencial, donde se someten a vigilancia los actos del Ejecutivo.

Los legisladores del PRD hemos discutido este punto, y hemos decidido que debido a que no vivimos en una normalidad democrática por la actuación irresponsable e ilegal del Presidente Fox ¡¡¡no nos someteremos!!!
NO NOS SOMETEREMOS, y lucharemos para que los ciudadanos tengan cubiertas todas sus garantías de libertad de expresión y manifestación…

Sabemos del mandato que tenemos. De los compromisos que defenderemos desde el poder legislativo de la República. También tenemos conciencia de nuestro compromiso con este movimiento social. Con la demanda ciudadana sintetizada en la consigna del voto por voto, casilla por casilla, que representa la bandera más genuina, por la defensa de los avances democráticos y la vida institucional en nuestro país. Somos concientes del momento histórico que vivimos.

Tengan la seguridad de que nosotros las y los legisladores del PRD, lucharemos por un país democrático y con justicia social. ¡Estaremos a la altura que demanda el pueblo de México!

¡Viva Andrés Manuel López Obrador!

¡Viva México!

Muchas gracias compañeros.

DISCURSO DE CARLOS NAVARRETE

PALABRAS DEL SENADOR ELECTO Y COORDINADOR DE LA FRACCIÓN DEL PRD EN LA LX LEGISLATURA, CARLOS NAVARRETE, EN LA ASAMBLEA INFORMATIVA REALIZADA EN EL ZÓCALO DE LA CIUDAD DE MÉXICO.

Compañeras y compañeros, mexicanos, mexicanas que están aquí presentes y que nos escuchan en muchas partes del país.

Vengo en nombre de los senadores de la República del Partido de la Revolución Democrática, en el corazón político de México, primero que nada a hacer dos compromisos públicos.

Primero, que los senadores no olvidamos de dónde venimos ni quién nos hizo legisladores. Vamos a honrar el voto de ustedes y de más de 12 millones de mexicanos que votaron por nosotros y los vamos a defender con dignidad y con valentía en el Congreso de la Unión.

Vengo a hacer un segundo compromiso público. Desde 1919, cuando la izquierda empezó a organizarse en México, hasta el 2006, la izquierda hoy tiene el mayor apoyo popular y electoral de su historia y a nosotros no se nos va a olvidar jamás que el líder y el dirigente de esta hazaña del pueblo de México con la izquierda es Andrés Manuel López Obrador.

Por eso le hemos venido diciendo al gobierno y a sus emisarios, que ahora sobran quienes se ofrecen como emisarios para puentear con nosotros, les decimos aquí: No se equivoquen con el perredismo y con la Coalición Por el Bien de Todos, aquí hay hombres y mujeres leales que sabemos lo que significa Andrés Manuel López Obrador, no hay ninguna posibilidad de que los legisladores federales en el Congreso de la Unión empecemos a dialogar con el gobierno, o peor aún, a iniciar conversaciones mientras esté la protesta en las calles y la indignación de millones de mexicanos, como está ahora.

No van a lograrlo porque este movimiento tiene un líder, es López Obrador y tiene legisladores que sabemos de lo que se trata.





Llegamos a la elección del 2 de julio y ahora, a finales de agosto, sabiendo muy bien que ha llegado a su fin el periodo de las instituciones de la República, construidas después de la posrevolución. Está agotado el esquema político mexicano, están desmoronadas las instituciones que duraron tantos años.

La primera de ellas, la institución presidencial, ya no sirve para la realidad mexicana y el Presidente Fox terminó por agotarla totalmente.

Ya no sirve el régimen político mexicano, ya no sirve la forma de hacer elecciones, ya no sirven las alianzas en lo oscuro entre el poder económico y el poder mediático para tratar de impedir que una fuerza pueda ganar las elecciones, como pasó en esta campaña presidencial.

La Suprema Corte de Justicia es como un viejo frack, lleno de polilla, colocado en la vitrina de la Suprema Corte, oliendo a naftalina, que con un poco de aire que le dé se desmorona a pedazos.

Ya no sirve la actual conformación de las cámaras del Congreso ni sirve la relación entre los poderes. Ya no sirve el poder mediático que pretende quitar y poner a gente del poder y el poder económico que pretende decidir, con su dinero, quién gobierna o quién no gobierna.

Están, pues, destruidas las instituciones viejas y ahora desde la calle, desde la plaza, desde el Zócalo, desde abajo y desde las cámaras del Congreso de la Unión vamos a renovar las instituciones mexicanas, hay que terminar con ellas de una vez para construir lo nuevo o esta crisis política no tendrá salida posible en las próximas semanas y meses.

Por eso los senadores del PRD vamos a participar en la Convención Nacional Democrática del 16 de septiembre. Lo vamos a hacer porque no se nos olvida que a principios de siglo, cuando el dictador Huerta, el chacal Huerta, fue derrotado por las fuerza revolucionarias, los caudillos de la revolución, los hombres en armas, se convocaron en una Convención Nacional Revolucionaria, en Aguascalientes, para determinar el rumbo de la Nación.

Llegó el momento de que muchos mexicanos nos reunamos para evaluar qué está ocurriendo y cuál es el rumbo de la Nación que corresponde en las siguientes etapas, otra Convención de los revolucionarios y los demócratas de México para trazar el siguiente rumbo del país.

Por eso, como lo dijo el diputado Javier González Garza, y yo ratifico, el primero de septiembre el Presidente de la República va a conocer de qué madera están hechos los legisladores del frente democrático que hemos conformado, de la Coalición Por el Bien de Todos.



No lo decimos como amenaza, no lo decimos en un radicalismo ramplón ni en una bravata de cantina, lo decimos concientes de lo que decimos, los senadores y los diputados por los que ustedes votaron el 2 de julio vamos a demostrar al Presidente de qué tamaño es la crisis por la que atraviesa el país y vamos a echar por tierra su absurda frase de que la protesta se limita a una calle de la Ciudad de México. No sabe lo que dice el Presidente de la República.

Les pedimos su comprensión y su respaldo, les pedimos que nos acompañen en la acción de los legisladores, les pedimos todo su coraje y toda su fortaleza, les pedimos, en suma, que afuera y adentro de San Lázaro hagamos valer la decisión y la voluntad de muchos millones de mexicanos que el 2 de julio fueron defraudados por el poder.

Vamos adelante, nos vamos a seguir viendo y por tanto vamos a ganar tarde o temprano.

¡Viva México!

¡Viva la Coalición Por el Bien de Todos!

¡Viva López Obrador!

DISCURSO DE AMLO

PALABRAS DEL CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA DE LA COALICIÓN POR EL BIEN DE TODOS, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, EN LA ASAMBLEA INFORMATIVA, EN EL ZÓCALO DE LA CIUDAD DE MÉXICO

Amigas, amigos:

Me da mucho gusto estar con ustedes una vez más. Muchas gracias a todas y a todos los aquí presentes, a la gente libre y consciente que lucha por la democracia, la justicia y la libertad.

Quiero agradecer en esta ocasión, de manera especial, la presencia de compañeros que trabajaron para hacer realidad el triunfo en Chiapas, que están aquí con nosotros.

Les ganamos limpiamente el 2 de julio por 125 mil votos de ventaja y les volvimos a repetir la medicina, la dosis ahora en la elección estatal.

Aquí aprovecho para rendir un homenaje a todos ellos, porque así como estos compañeros libres en Chiapas y en todo México están luchando constantemente por la justicia y por la democracia y lo están haciendo fundamentalmente por convicción, no pidiendo nada a cambio, no andan buscando cargos públicos, andan buscando que en México podamos vivir con dignidad, con libertad, con justicia y con democracia.

También quiero saludar a los compañeros de la “Odisea por la democracia”, que caminaron de Tijuana a esta Ciudad de México.

Hoy cumplimos 29 días en Asamblea Permanente y en resistencia civil pacífica. Por eso quiero hacer también un reconocimiento sincero a todos los que han permanecido en estos campamentos, mujeres, hombres, niños, adultos.

Un reconocimiento sincero a todos por su esfuerzo y su decisión para sostener nuestro movimiento. Son ustedes el pilar de nuestra lucha y un ejemplo para millones de mexicanos.

Todos ustedes han realizado un enorme sacrificio para seguir manteniendo en alto la bandera de la dignidad. Esta lucha no podría sostenerse sin la entrega desinteresada de todos ustedes. Han resistido todo, las intensas lluvias, las granizadas, el frío, las incomodidades de vivir a la intemperie.

Además, han aguantado los ataques de nuestros adversarios, la incomprensión de mucha gente que no alcanza a ver lo injusto y la gravedad de la situación actual. También han soportado el desprecio de los poderosos de siempre y las calumnias de algunos medios de comunicación.

Les reitero que estoy muy orgulloso de ustedes. Algún día muchos de los que ahora nos cuestionan o no nos entienden reconocerán que este movimiento ha sido por el bien del país y de todos los mexicanos, que todo este esfuerzo es para alcanzar una sociedad mejor y un México incluyente donde no haya tanta pobreza y desigualdad social, donde no haya racismo, discriminación y podamos vivir libres de temores y verdaderamente en paz con nuestra conciencia, con nosotros mismos y con el prójimo.

Por eso mi reconocimiento a todas y a todos ustedes de corazón y de manera sincera.

Estamos aquí porque defendemos una de las conquistas más importantes de la humanidad que ha costado, a lo largo de nuestra historia, muchos sacrificios al pueblo de México. Estamos aquí defendiendo el sufragio efectivo.

Por eso nuestra demanda va más allá de la Presidencia de la República y se centra en evitar la consumación de un retroceso antidemocrático.

En estos días de intensa movilización, de amplia participación popular, hemos ocupado los espacios públicos con imaginación y con inteligencia, construyendo una cultura democrática con la participación y la organización espontánea de los ciudadanos.

A través de la palabra, la pintura, la música, el baile, la fiesta y la alegría, también hemos reafirmado nuestros ideales y el sentido mismo de la democracia. Esa es nuestra propuesta: que la población participe en el examen de los problemas de nuestro país y que participe en las soluciones. Queremos que la política deje de ser asunto de los políticos y se convierta un asunto de todos.

Esta resistencia civil pacífica es al mismo tiempo una resistencia cultural porque apunta a cambiar la conciencia de nuestro pueblo.

Como escribió un poeta y pintor, decía: “La resistencia comienza cuando dejamos de pensarnos como nos piensa el poder”. Esto, creo yo, se logra cuando la gente piensa y decide por sí misma hacer algo para cambiar la realidad injusta que vive. Es entonces cuando inicia algo verdaderamente nuevo.

En esta ocasión, agradezco el apoyo de nuestros diputados y senadores que haciendo honor a la responsabilidad que tienen como representantes populares, como aquí lo han expresado los dos coordinadores, tanto del grupo parlamentario en el Senado como en la Cámara de Diputados, harán sentir la voz de nuestro movimiento en la Cámara de Diputados durante el informe presidencial. Les agradezco su apoyo y su respaldo.

No esperábamos una actitud distinta de nuestros legisladores. Es obvio que ellos no pueden actuar como si nada pasara, como si hubiese en nuestro país normalidad política.

Es obvio que ellos no podrían formar parte del coro y de la comparsa que pretende hacer creer que todo marcha bien en nuestro país.

Qué bueno que nuestros legisladores no van a aceptar la farsa y la simulación.

Qué bueno que han decidido actuar con decoro, luego de la burda ocupación militar del recinto legislativo ordenada por Vicente Fox y ejecutada por el Estado Mayor Presidencial.

El Presidente Fox, en lugar de actuar como estadista, se ha comportado como jefe de una mafia, de una camarilla que entre otras fechorías, ahora pretende robarnos la elección presidencial.

Estamos a unos días de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, supuestamente un poder autónomo, un tribunal constitucional, decida sobre el futuro de nuestra democracia. Esperamos que los magistrados opten por ponerse del lado de los más altos intereses de la Nación y hagan valer la voluntad popular.

Como es de dominio público, las violaciones en el proceso electoral fueron muchas y aunque los magistrados rechazaron la demanda de millones de mexicanos a favor del recuento de todos los votos, tienen elementos suficientes para tomar una decisión histórica y no convalidar el fraude electoral y la imposición.

Tengamos en cuenta que en el recuento parcial del 9 por ciento de las casillas que ordenó el Tribunal, quedó de manifiesto que hubo un operativo de Estado para defraudar a los votantes y manipular los resultados.

Los jueces que practicaron esta diligencia judicial, y así consta en actas circunstanciadas, encontraron que en 43 por ciento de las casillas fueron introducidos votos de manera ilegal, un promedio de seis votos por urna, la mayoría en favor del candidato de la derecha.

También comprobaron que en 30 por ciento de las casillas se robaron 10 sufragios en promedio, emitidos a favor del candidato presidencial de la Coalición Por el Bien de Todos.

El Tribunal también encontró que se agregaron en forma artificial al candidato del PAN 1.14 votos por casilla en promedio.

Por eso podemos afirmar, de manera categórica, que nosotros ganamos la elección presidencial.

La sentencia del Tribunal Electoral que ordenó la apertura parcial de los paquetes electorales, establece, leo textualmente: “el número de ciudadanos debe ser igual a las boletas depositadas en la urna y a la votación emitida”.

Y textualmente precisa: “Las cifras correspondientes a las boletas depositadas en la urna y la votación total emitida deben coincidir, pues en este caso ya no se concibe la posibilidad de que en el paso de extraer las boletas y contabilizar los votos para los contendientes, merme o se incremente la suma de boletas extraídas de la urna, por lo cual, si alguna de esas cifras es mayor, se genera un indicio en el sentido de que en algún momento del escrutinio y cómputo, se sustrajeron indebidamente votos válidos o se incluyeron espurios, salvo que se demuestre lo contrario”.

Esto es lo que se asienta en la propia sentencia del Tribunal, de modo que si los magistrados respetan los términos de su sentencia, tienen que reconocer que en los paquetes que se abrieron hay 71 mil 142 votos espurios, introducidos ilegalmente en las urnas, y 122 mil 262 sufragios válidos que fueron sustraídos inexplicablemente.

Si el Tribunal aplica la ley electoral vigente, tiene que anular las casillas donde existen estas irregularidades. De ser así, tienen que reconocer que la Coalición Por el Bien de Todos triunfa en la elección presidencial por 526 mil votos.

Es más, si se aplican los mismos criterios legales y se proyectan a la votación nacional, eliminando los votos espurios y los que fueron sustraídos con dolo, se comprueba que ganamos la Presidencia de la República por más de 2 millones de votos. Esa es nuestra ventaja real.

Pero el gobierno federal, como lo sabemos, a fin de imponer el fraude ha seguido violentando el orden legal y con una campaña en los medios de comunicación pretende convencer a los mexicanos de que ganó el candidato de la derecha. El Presidente Fox ha llegado al extremo de presionar públicamente a los magistrados y proclamar el triunfo de su candidato, dejando al Tribunal Electoral sin la posibilidad de emitir libremente su resolución.

A pesar de todo esto, nosotros vamos a continuar esperando una respuesta del Tribunal apegada a las disposiciones legales. Pero también, en esta plaza pública manifiesto que de no ser así, si no se actúa con legalidad y se respetan los principios constitucionales, si no se respeta la voluntad ciudadana, se estaría cometiendo un atropello a los derechos del pueblo, que significaría una ruptura del orden constitucional y un golpe de Estado, lo cual es ofensivo e inaceptable para millones de mexicanos.

Ahora bien, yo les pregunto y esta es una interrogante que va a marcar mucho el quehacer, las decisiones que se tomen en la Convención. Les pregunto: ¿qué haremos si el Tribunal convalida el fraude y respalda a los delincuentes que nos quieren robar la elección presidencial?

La respuesta a esta interrogante es justamente uno de los temas a tratar en la Convención Nacional Democrática. ¿Si entendemos la importancia de la Convención, verdad? Por eso hemos convocado a esta convención, .para el próximo 16 de septiembre.

Esta pregunta sobre lo que haremos, nos lleva a reflexionar, a discutir y a decidir en todos los pueblos, comunidades, municipios, barrios y colonias del país, en organizaciones civiles, sociales, sindicales y políticas, lo que vamos a tomar como decisión fundamental.

En la Convención, todos debemos decidir el camino que tomaremos. Por eso hoy quiero proponer a ustedes que abramos desde ahora un gran debate nacional sobre las siguientes interrogantes:

¿Vamos a aceptar la resolución del Tribunal si ratifica la usurpación? Pero no quiero que me contesten ahora, quiero que sea materia de análisis y de discusión.

También tenemos que tener en cuenta otra interrogante para resolver en definitiva en la Convención: ¿Vamos a reconocer a un presidente espurio y a un gobierno ilegítimo?

Tenemos también que deliberar en estos días ampliamente, responder y, desde luego, decidir con el voto libre de todos los delegados de la Convención, si formamos, en el caso de que se convalide el fraude, si formamos un legítimo Gobierno de la República o una Coordinación Nacional de la Resistencia Civil Pacífica.

Lo repito, como propuesta, van a haber muchas otras, pero entre otros asuntos que vamos a resolver en la Convención, va a estar el si constituimos un gobierno de la República o una Coordinación Nacional de la Resistencia Civil Pacífica. Ahí queda eso.

Esto implica también decidir, democráticamente, si reconoceremos y ratificamos a un Presidente legítimo de los Estados Unidos Mexicanos en la Convención o si la Convención elige a un Jefe de Gobierno en Resistencia, a un encargado del Poder Ejecutivo, o a un Coordinador Nacional de la Resistencia Civil Pacífica. Todo ello mientras dure la usurpación.

Creo que no se entendió. Lo voy a repetir, porque ustedes están pensando que la pregunta es si aceptamos a un gobierno espurio, pero no me estoy refiriendo a eso.

Me estoy refiriendo que si se decide que en la convención se constituya un órgano de gobierno, ya sea un gobierno de la República o una Coordinación de la resistencia civil, que ese órgano que se constituya, que se elija en la Convención, tenga una representación y la representación puede ser un presidente legítimo de la República o que la Convención nombre, elija, a un jefe de gobierno de la resistencia, a un encargado del Poder Ejecutivo o a un coordinador de la resistencia civil pacífica.

¿Ahora ya se entendió?

Todo esto se va a ir aclarando. Por eso decidí hoy hacer este planteamiento para que se delibere, se discuta, se analice y se resuelva el día 16.

En la Convención también tenemos que definir un Programa básico de nuestro movimiento que tendría como objetivos el combate a la pobreza, la defensa del patrimonio nacional, la lucha contra la corrupción y la impunidad, el hacer valer el derecho a la información y llevar a cabo la reforma de las instituciones políticas.

Asimismo, en la Convención va a ser tema de debate si los acuerdos que tomemos en la propia Convención deben asumirse de manera voluntaria por ciudadanos libres de todas las condiciones sociales, pueblos, religiones e ideologías y si desechamos apoyos corporativos, es decir, que no se permita incondicionalidad a nadie, y respetar las decisiones que tomen partidos políticos, legisladores, gobernadores e integrantes miembros de los ayuntamientos del país

Lo explico: que los acuerdos que se tomen en la Convención sean aceptados por voluntad, que no se solicite incondicionalidad a nadie, que el que quiera adherirse, lo haga de manera voluntaria.

En fin, dado el momento que estamos viviendo y los temas que habremos de discutir y aprobar, la Convención será todo un acontecimiento histórico.

Conviene decir, tener en cuenta, que para transformar la vida pública de México se necesita una actitud abierta e inclusive estar dispuestos a modificar nuestra forma de pensar.

Esto implica quitarnos los atavismos políticos, las telarañas que a veces tenemos en la cabeza o que nos han inculcado, para actuar como verdaderos ciudadanos y dejar de pensar como quiere el poder que pensemos.

Conviene también preguntarles a nuestros adversarios, y aquí cito lo que expresó nuestro senador electo Carlos Navarrete, hay una realidad, las instituciones todo el andamiaje que se fue creando para sostener al poder, está en crisis, en ruina, no sirve para nada, por eso tenemos que plantearnos con este movimiento una transformación profunda.

No es posible que la Suprema Corte esté secuestrada, tomada por un grupo y que nada más sirva para legalizar los despojos que comete el fuerte, que nada más sirve para proteger a los delincuentes de cuello blanco, que no tenga nada que ver con el pueblo.

Nunca hace justicia a los mexicanos, y así casi todas las instituciones del país. Les digo a nuestros adversarios: ¿Cómo es que piden al pueblo respeto a las instituciones y a la ley, si ellos no respetan la voluntad de la gente?

¿Cómo quieren que aceptemos sin chistar lo que se dice en los medios de comunicación, cuando los medios de comunicación son usados para llevar a cabo una operación propagandística de sometimiento a favor de la derecha y del autoritarismo?

¿Cómo piden silencio y aceptación a la decisión del Tribunal, si ello implica que se consuma un golpe de Estado en nuestro país?

¿Qué, de veras creen que les vamos a seguir rindiendo pleitesía y aceptándoles todo como si fuésemos esclavos?

¡Ya no!

Les pregunto a nuestros adversarios:

¿Es legal y legítimo sólo lo que ellos ordenan y disponen?

¿Qué sólo en nuestro país es legítimo lo que deciden Carlos Salinas, Diego Fernández de Cevallos, Roberto Hernández, Vicente Fox y otros rufianes?

¿Sólo es legítimo y legal en México lo que resuelve el hampa de la política?

De una vez les adelanto a ustedes, ya está pasando, que se van a burlar de nosotros, se van a reír y van a decir que estamos locos por convocar a la Convención Nacional Democrática y por decir: ya no nos importa lo que hagan no tenemos ningún respeto por sus instituciones, porque no son las instituciones del pueblo, y nosotros vamos a crear nuestras instituciones, las del pueblo, de acuerdo, de conformidad con el artículo 39 constitucional, la soberanía reside en el pueblo, el pueblo es el que manda, el pueblo tiene en todo derecho, en todo momento tiene el pueblo el inalienable derecho de cambiar la forma de su gobierno, para eso es la convención y eso es lo que vamos a hacer.

Se van a burlar, se van a reír, pero debemos de tener presente la historia. ¿Qué no los poderosos decían lo mismo, se burlaban, en los tiempos de Hidalgo y Morelos, que no decían que Hidalgo y Morelos eran herejes y los excomulgaron; qué no insultaban a Juárez y le decían indio mugroso; qué a Madero no lo acusaron de ser un iluminado, un espiritista; qué a Villa y a Zapata no los trataron de bandoleros y delincuentes; y que no ahora esos son nuestros héroes nacionales?

Recordemos las palabras de Gandhi, ese gran luchador que nos dejó su ejemplo de cómo un pueblo puede vencer a través de la resistencia civil. Gandhi decía: “Primero te ignoran. Luego se ríen de ti. Después te atacan. Entonces ganas”.

Y así va a ser.

No nos comparamos con esos grandes hombres, pero hemos aprendido de su ejemplo porque sabemos de dónde venimos, conocemos la historia, esa gran maestra de la vida.

La ruta hacia la Convención Nacional Democrática nos lleva a plantearnos estas interrogantes y otras más.

Iniciemos pues una reflexión colectiva, iniciemos un debate nacional.

Tenemos todo un reto por delante y una gran tarea por cumplir. Si logramos que nuestras propuestas se discutan en todo el país, habremos dado un paso importante. Si logramos construir con la Convención un espacio democrático y representativo, estaremos iniciando una profunda renovación de la vida pública de México.

Amigas y amigos:

Tengamos confianza en nuestras decisiones, nos asiste la razón histórica y la Nación lo necesita. Es ahora o nunca.

El sistema político está en crisis, el sistema político está podrido por dentro y es más dañino para México simular que no pasa nada y seguir con la misma comparsa, con la comedia de siempre.

Actuemos con decisión y firmeza. Sigamos manteniendo nuestra resistencia civil pacífica. Quienes pensaron que nos íbamos a desgastar no tomaron en cuenta que hay mexicanas y mexicanos con decoro, dispuestos a defender la dignidad y las causas justas de nuestro pueblo.

Les digo también, refrendando un compromiso, yo no voy a traicionar al pueblo de México, no voy a claudicar.

Me siento muy fortalecido por el apoyo de ustedes. Se han lanzado en estos días nuestros adversarios con todo.

¿Qué ha pasado? Ahí andan queriendo darle legitimidad al pelele candidato de la derecha con encuestas.

¿Qué ha pasado con nosotros? Aquí estamos con el apoyo de millones de mexicanos, con nuestra moral en alto, con nuestras convicciones.

Por eso no me siento solo, no estamos solos, estamos todos juntos porque queremos un México justo, democrático y libre, queremos vivir en una patria diferente, ya no queremos que haya mexicanos de primera y de segunda, no queremos que haya 50 millones de pobres que carecen hasta de lo más indispensable cuando México ocupa el cuarto lugar en multimillonarios en el mundo, ya no queremos vivir en un mar, en un océano de desigualdades.

¡Arriba los de abajo! Tiene que haber justicia e nuestro país.

De todo corazón, muchas gracias por no dejarse, muchas gracias por no rendirse.

Desde lo más profundo de la historia de nuestro país, recordamos estas palabras del Presidente Benito Juárez. El decía: “El pueblo que quiere ser libre lo será. Hidalgo enseñó que el poder de los reyes es demasiado débil cuando gobierna contra la voluntad de los pueblos”.

¡Que viva la resistencia civil pacifica!

¡Que viva la Convención Nacional Democrática!

¡Que Viva México!

Canal de Videos