sábado, noviembre 3

En Veracruz, albergues para 5 mil damnificados

Crece el envío de ayuda oficial y civil a Tabasco

Hay vuelos constantes para transportar enseres

Gustavo Castillo, Gabriel León y Agustín Salgado, reporteros; Jesús Lastra, Andrés T. Morales, Gerardo Flores, Leopoldo Ramos, Luis A. Boffil, Sergio Ocampo, Saúl Maldonado, Javier Valdez, Carlos Figueroa y Ernesto Martínez, corresponsales

Situación crítica en Tabasco por las inundaciones
Situación crítica en Tabasco por las inundaciones Foto: Reuters

La ayuda proveniente de diversas entidades, instituciones e iniciativa privada comenzó a llegar a Tabasco, así como elementos para colaborar en tareas de rescate y reparto de víveres a los afectados por las inundaciones y la incesante lluvia.

La Secretaría de la Defensa Nacional mandó tres batallones de infantería y mantiene seis aeronaves en operación constante; en tanto, la de Seguridad Pública (SSP) federal envió 800 agentes de la Policía Federal Preventiva y dispuso de cinco helicópteros y cinco aviones Boeing 727 para que realicen “puentes aéreos” permanentes y transporten víveres, así como implementos útiles a los damnificados. La SSP agregó que los agentes federales se sumarán a los más de 500 militares que realizan labores de vigilancia y ayuda.

Por otra parte, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) informó de la apertura de un centro de acopio en Repúblicas esquina Prolongación Xochicalco, colonia Santa Cruz Atoyac, en el Distrito Federal, y hoy operará otro en la Dirección General de Rehabilitación y Asistencia Social, a un costado del Instituto Nacional de Pediatría. Ambos funcionarán de las 9 a las 18 horas.

El jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, envió otro tráiler con víveres y medicamentos, así como unidades del cuerpo de Bomberos, de las secretarías de Protección Civil, Seguridad Pública, del DIF, del Sistema de Aguas de la Ciudad de México y una brigada médica de la Secretaría de Salud, al igual que varios vehículos, lanchas y un helicóptero Cóndor de la policía capitalina, para apoyar en las tareas de auxilio.

Comida, medicamentos y agua

En tanto, la diócesis de Saltillo anunció la Semana de Solidaridad, del 5 al 9 de este mes, en la cual los templos fungirán como centros de acopio para que la comunidad eclesiástica de Coahuila recaude alimentos enlatados y pañales desechables.

En Veracruz se abrieron albergues para unos 5 mil refugiados tabasqueños, mientras en los recientes dos días arribaron 3 mil 500 afectados a Coatzacoalcos.

Llegaron a la entidad afectada 50 toneladas de víveres procedentes de Veracruz y otras 40 de Durango, que además envió dos helicópteros y equipo de Protección Civil para el rescate de personas.

En Zacatecas, la gobernadora Amalia García dio el banderazo de salida al primer camión con ocho toneladas de material médico. En tanto, el gobierno de Michoacán envió el jueves seis tráileres con despensas y agua, así como 125 mil paquetes de útiles escolares.

La Secretaría de Salud de Coahuila dispuso el traslado de 92 doctores y enfermeras que se integraron ayer a las labores de atención médica. El gobernador Humberto Moreira informó que el jueves se llevaron ocho toneladas de medicinas y material de curación.

Yucatán proveyó 55 mil litros de agua potable, seis toneladas de alimentos y una brigada de 183 elementos que permanecerá en Tabasco para ayudar en el rescate y la reconstrucción.

Por otra parte, Sinaloa remitió seis toneladas de medicamentos, cinco de insecticida contra el dengue y 10 mil litros de fumigante, informó el gobernador Jesús Aguilar Padilla.

El presidente de la Fundación Wal-Mart, Raúl Argüelles, comentó que se abrieron centros de recaudación en todos los Wal-Mart Supercenter, Bodega Aurrerá, Superama y Sam’s Club, y acotó que toda la ayuda será canalizada a los damnificados a través de Cruz Roja Mexicana y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Abundó que ya se entregaron 6 mil 600 despensas y precisó que Wal-Mart donó los productos perecederos de tres unidades cerradas en Villahermosa al gobierno de Tabasco para su distribución entre los afectados.

Cuestionamientos de la Iglesia católica

La Arquidiócesis Primada de México urgió al gobierno federal y al Congreso de la Unión a investigar el destino de los donativos que Petróleos Mexicanos ha destinado para obras de infraestructura y protección contra inundaciones.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) consideró que es momento de volcarse en apoyar a los damnificados y destacó que una vez superada la tragedia tendrá que venir el “deslinde de responsabilidades”. El vocero Hugo Valdemar indicó que la Iglesia católica lamenta que la falta de previsión sea “una cultura”.

En tanto, el director general del IMSS, Juan Molinar Horcasitas, dio a conocer que se trasladaron al Distrito Federal 95 derechohabientes con insuficiencia renal, quienes ingresaron a la Unidad Médica de Alta Especialidad del Centro Médico Nacional Siglo XXI.

Autoridades invirtieron 2 mil 60 millones de pesos

El PICI, otro fracasado plan para evitar inundaciones graves

Susana González G.

Mediante diversas obras para “controlar inundaciones y rescatar tierras para su aprovechamiento viviendístico, industrial y agropecuario”, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) destinó al estado de Tabasco “cerca de 80 por ciento del presupuesto para la protección de centros de población a escala nacional” en el último trienio.

Los recursos, entregados vía el Proyecto Integral de Control de Inundaciones (PICI), ascendieron a 2 mil 60 millones de pesos, de los cuales casi la tercera parte fue de origen federal y el resto estatal.

El PICI fue creado en el año 2003 “como propuesta de solución a la problemática de las inundaciones sistemáticas, principalmente en la ciudad de Villahermosa, capital del estado de Tabasco”, y la Conagua llegó a pronosticar que cuando el proyecto concluyera, en 2006, se habrían evitado “daños por más de 16 mil millones de pesos”.

Basado en la planeación de tres sistemas hidráulicos, el proyecto buscaba, “ante todo, brindar protección integral contra lluvias extraordinarias y sus efectos en los niveles de los ríos Samaria, Carrizal, La Sierra y Grijalva, confinando las corrientes, conduciendo los excedentes lejos de los centros urbanos para evitar daños a la población y a la actividad productiva, acelerando en lo posible la salida de los escurrimientos hacia el mar y disminuyendo significativamente el riesgo de una inundación catastrófica”.

Todo lo anterior forma parte de las explicaciones que la Conagua ofreció en respuesta a las solicitudes de información sobre el PICI que diversos ciudadanos hicieron de 2005 a marzo de este año al Instituto Federal de Acceso a la Información.

El PICI nació formalmente el 2 de abril de 2003, cuando el entonces gobernador de Tabasco, Manuel Andrade Díaz, y el director general de la Conagua, Cristóbal Jaime Jáquez, suscribieron un acuerdo de coordinación para “conjuntar acciones y recursos” –72 por ciento del gobierno federal y 28 por ciento de autoridades estatales– contra las inundaciones que el estado sufría periódicamente.

“En al menos 8 años (de 1990 a 2002) se habían tenido afectaciones significativas de diversos grados por los desbordamientos de ríos. La última gran inundación, en 1999, afectó prácticamente 60 por ciento de la capital del estado y ocasionó graves daños en 16 de los 17 municipios, resultando cerca de 312 mil personas afectadas en su patrimonio; el daño económico calculado fue superior a 2.5 mil millones de pesos”, refirió la Conagua.

Los tres sistemas hidráulicos que conforman el PICI son el Mezcalapa-Samaria, los ríos Sierra y Carrizal–Medellín, con los cuales se pretendió controlar los escurrimientos excedentes provenientes de la cuenca alta tanto de los ríos serranos como del Grijalva y el Carrizal.

La dependencia detalló que en 2004, cuando apenas había transcurrido un año de iniciado el PICI, ya se tenía un avance de 46 por ciento en las obras, lo cual implicaba haber ejercido 600 millones de pesos del presupuesto original.

Las diversas obras hidráulicas que conformaron el proyecto van de la construcción de bordos de empotramiento y protecciones marginales para los ríos señalados y sus vertientes, a drenes, estructuras de cruce, desazolve de cauces naturales y drenaje.

Según la Conagua, el principal objetivo del PICI fue controlar el escurrimiento de los ríos Carrizal y Grijalva, “para salvaguardar y garantizar protección a la población de la ciudad de Villahermosa y su zona conurbana con el municipio de Nacajuca, su patrimonio e infraestructura existente, así como la zona agrícola y ganadera”. Ese propósito, como es evidente, no se cumplió.

Sin agua potable, colonias sitiadas por la inundación

Los víveres llegan muy lentamente a tabasqueños

Alonso Urrutia y René Alberto López (Enviado y corresponsal)

Elementos de la Armada llevaron al estadio Olímpico de la Ciudad Deportiva a decenas de personas que fueron rescatadas de diversas rancherías
Elementos de la Armada llevaron al estadio Olímpico de la Ciudad Deportiva a decenas de personas que fueron rescatadas de diversas rancherías Foto: Francisco Olvera

Villahermosa, Tab. 2 de noviembre. “Ando tan cansada, que si me duermo y ahogo ni cuenta me voy a dar”. Es casi medianoche y la mujer sigue acarreando bultos desde las profundidades de su colonia, aledaña al centro de esta capital. La tarde ha sido larga y la noche será más. Se presagiaba aún peor. El Grijalva reventó en múltiples puntos y se llevó todos los esfuerzos de los militares por contener la tragedia.

La ciudad no para de día ni de noche, porque la emergencia no da tregua a la ciudad, y el cerco que tienden el Grijalva y el Carrizales desborda los esfuerzos oficiales. Ya asfixia la mayoría del territorio urbano, cuyos habitantes se repliegan hacia las zonas altas, lo cual ilustra la situación a que se ha llegado.

Con la noche, los rumores corren más rápido. “Que ya llegó a la catedral”, dicen. Es sólo uno más, basado en la crecida del agua. A unas cuadras, el atrio del templo católico se ha convertido en albergue.

También desde anoche la Quinta Grijalva, casa del gobernador Andrés Granier, cuyos jardines fueron habilitados para dar albergue a quienes fueron sorprendidos por la ruptura de los diques en el río Grijalva. Unas 200 personas hicieron eco al llamado oficial, a pesar de que en la parte trasera, la zona más baja de la residencia, el agua se acercaba amenazante, a sólo unos 20 metros del refugio recién improvisado.

Los vehículos anfibios de la Marina incursionan una y otra vez en las colonias para evacuar a la gente, ante la repentina inundación en las zonas aledañas al centro. Aunque no paran, los marinos ya reflejan los efectos de las horas transcurridas. Tanta gente rescatada y la que falta por salvar.

En las zonas más cercanas al área de desbordamiento del Grijalva había intenso tráfico de vehículos militares, que salían de sus posiciones anteriores, a un costado del malecón. Un nuevo repliegue ante la crecida del río. Los soldados abandonan la zona, donde durante horas llenaron sacos de arena que ahora están bajo el agua.

Cerca del Grijalva, en varias manzanas no hay luz. Aun así hay quienes buscan sacar todo lo posible de sus casas. Lo hacen bajo cuenta y riesgo propios. Los marinos que están en las márgenes sólo los miran internarse en la oscuridad, sin pretender frenar ese esfuerzo final por conservar algo que nadie les va a dar.

Algunas ratas nadan desesperadas en busca de una salida, mientras animales muertos y basura flotan en las aguas.

En medio de ese intenso trajinar, en otro punto de las áreas centrales de la ciudad, el altavoz de una patrulla reproducía un llamado con efectos desalentadores para quienes salían de sus colonias con la expectativa de capear pronto el temporal: “quienes quieran salir rumbo a Coatzacoalcos, se están concentrando camiones gratuitos que los van a llevar”.

Al amanecer, el anuncio se había convertido en opción real. Muchas personas, haciendo filas, se aglutinaban en la entrada principal de la Deportiva, donde los camioneros habían ofrecido transporte gratuito hasta Cárdenas, el punto más cercano a Veracruz.

La escena refleja la desolación de quienes no ven que la situación mejore ni esté bajo control, como sugiere el discurso oficial. No hay agua ni alimento suficiente. El riesgo crece y la desesperación también.

Con su hija de dos meses, Alma Delia Castellanos acompaña a su cuñada, quien está por salir del estado rumbo a Oaxaca, donde sus parientes le darán albergue. “Se va a llevar a la niña. Uno, como quiera. Pero, ¿y ésta? Se me va a enfermar”.

Los destinos de quienes hacen filas son diversos: Poza Rica, Coatzacoalcos y ciudad de México, entre otros. Donde sea, menos en Tabasco.

Unos ya se van, pero otros apenas fueron evacuados hoy. Del helicóptero de la Policía Federal descendieron decenas de mujeres y niños, que estaban refugiados en un monte cercano a la colonia Las Limas.

Apenas se le pregunta su situación, la respuesta de la mujer es una combinación de lamentos, sollozos, reproches y bendiciones. Una especie de catarsis de la tensión vivida durante dos días, en los cuales esperaron a los equipos de rescate. “Con cayucos nos llevaron hasta el monte, pero desde el cielo nadie nos veía. Hasta hoy por la mañana.”

En las colonias donde la inundanción no ha llegado, lo que más desespera a la gente es la falta de agua potable. Paradojas de esta desgracia: hay agua por donde se vea, pero de las llaves no sale ni gota, y conseguir un garrafón es un desafío a la paciencia.

En los medios gubernamentales, Granier aparece a todas horas. Su discurso paternalista combina vehementes descargas verbales y bravatas contra especuladores y delincuentes. Ciertamente, el mandatario ha desplegado su activismo en la capital, potenciado con la exaltación de su liderazgo, que los conductores reproducen y permea entre la población.

Pasado el mediodía, la Quinta Grijalva es foco de atracción para centenares de personas. Una enorme fila de personas rodea la casa oficial en busca de despensas, aunque la mayoría está en los albergues.

–¿No les dan de comer?

–Sí, pero unas galletas y jugo –reprocha una señora, para quien la comida que se distribuye “no quita el hambre”.

Aunque se habla de que toneladas de alimentos han llegado a la ciudad, a la gente le parece insuficiente, pues llega “a cuentagotas”.

Miguel Espinoza también esperaba, paciente, la ayuda oficial.

–¿Dónde vive?

–Vivía en las Gaviotas. Ahorita estamos en al aire, a ver que Dios dice.

La CFE también tiene responsabilidad por mal manejo de agua de presas, considera

Corrupción, entre las causas de las inundaciones, sostiene López Obrador

Gobernantes de Tabasco “se han robado el dinero” en vez de invertir en obras hidráulicas

Enrique Méndez

Numerosas personas acudieron a la Quinta Grijalva –residencia del gobernador de Tabasco– para recibir una despensa
Numerosas personas acudieron a la Quinta Grijalva –residencia del gobernador de Tabasco– para recibir una despensa Foto: Francisco Olvera

Andrés Manuel López Obrador afirmó que la inundación en Tabasco se debe no sólo a las lluvias, sino también a la corrupción de gobiernos que desviaron los recursos destinados a obras hidráulicas e infraestructura, y anunció que investigará la probable responsabilidad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que primero decidió acumular agua en las presas y después la desalojó de manera repentina.

El “presidente legítimo” informó que la próxima semana estará en Tabasco, una vez que se acumulen más víveres en su casa de campaña, en San Luis Potosí 64, esquina Córdoba, colonia Roma, donde ayer decenas de personas llevaron ayuda y otras ayudaron a almacenarla.

En entrevista radiofónica con Carmen Aristegui, afirmó que buscará conseguir las bitácoras de generación de energía por parte de la CFE en Tabasco, pues debido a que el gobierno federal tiene contratos que lo obligan a comprar energía a empresas privadas, las plantas de la paraestatal no trabajan a toda su capacidad, lo cual implica reducir el desahogo de las presas y, a su vez, obliga a la acumulación de agua.

“En algunos casos generan energía en temporadas o en horas pico; se acumula más agua y la sueltan cuando ya no se puede mantener” debido al “riesgo de reventar una presa. Hay que revisar las bitácoras, porque sin duda soltaron de golpe más agua de la debida y éste puede ser uno de los factores que llevaron a la tragedia que está afectando a mi pueblo”, declaró.

–Es una hipótesis, ¿no? –comentó Carmen Aristegui.

–Sí, es una hipótesis. No lo quiero afirmar –respondió.

–Es muy delicado.

–Lo voy a revisar. La CFE tendría que dar toda la información, las bitácoras de cómo han funcionado las turbinas de las presas desde hace un mes; por qué se acumuló tanta agua y tuvieron, al final, que soltarla, ocasionando este tipo de cosas.

“Porque no es, desde luego, únicamente que ha llovido mucho; esto tiene que ver con la acumulación de agua de Chiapas, donde tengo el reporte de que sí llovió, pero no de manera extraordinaria.”

Azolve

Afirmó que en Villahermosa se construyeron zonas residenciales y centros comerciales mediante rellenos que desviaron el cauce natural de los ríos.

“Se fueron rellenando las zonas bajas, que eran campos de regulación de agua para evitar inundaciones. Sí, es por la naturaleza, porque llovió mucho, pero también es la corrupción”, afirmó.

Aunque por transferencia de recursos Tabasco cuenta con el índice per cápita más alto del país, desde hace 25 años no se construyen bordos de protección ni se desazolvan los ríos, lo cual ha creado “una especie de tapón en las desembocaduras”, que provoca el estancamiento del agua, afirmó.

Insistió en que los gobiernos del estado no han invertido en obras de infraestructura hidráulica.

–¿Por qué no ha habido dinero?

–Se lo han robado.

–¿Así, abiertamente?

–Así. Tabasco, desde hace 25 años, tiene el presupuesto más alto de México y lo que ha habido es una gran corrupción. No hay inversión importante, siendo un estado que lo necesita porque son tierras bajas. En algunos casos se trata de ollas porque estamos abajo del nivel del mar.

“Encima de todo esto, el crecimiento poblacional y por la corrupción se han llevado a cabo rellenos que han afectado matorrales, centros, campos y zonas de regulación de agua que servían de control y daban cauce a los ríos.”

Criticó que, en lugar de realizar las inversiones necesarias, la clase política tabasqueña se enriqueciera “a costa del sufrimiento de la gente.

“No hay desarrollo en el estado. Tabasco tiene todo, hay de todo, pero se lo clavan todo, para ser claros. Ahora están atentando hasta con la sobrevivencia misma, contra la existencia misma del estado. La corrupción ha sido devastadora para Tabasco, pero ahora hay que sacar a la gente del agua, hay que apoyar a quienes están afectados, pero no se debe dejar pasar lo otro y buscar una solución estructural y de fondo.”

Confió en que, como él lo hizo durante su administración, el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, enviará a Tabasco maquinaria para desazolve, bombeo de las aguas y, una vez que bajen éstas, para la limpieza de las calles.

Respuesta a afirmación del gobierno de Tabasco de que se vive “crisis social”

Ordena Calderón a militares castigar “a quienes incurran en pillaje o lucro”

“La alteración climática, origen y causa de catástrofe” en el estado, según el Presidente

Fabiola Martínez (Enviada)

En Villahermosa –considerada por las autoridades locales un "gran albergue" en el que deambulan 100 mil damnificados–, el presidente Felipe Calderón y el gobernador Andrés Granier despacharon a un grupo de militares que repartieron despensas
En Villahermosa –considerada por las autoridades locales un “gran albergue” en el que deambulan 100 mil damnificados–, el presidente Felipe Calderón y el gobernador Andrés Granier despacharon a un grupo de militares que repartieron despensas Foto: Notimex /Alfredo Guerrero

Villahermosa, Tab., 2 de noviembre. El presidente Felipe Calderón pidió a los tabasqueños obedecer a los mandos civiles y militares, tras escuchar la advertencia, emitida por el gobierno estatal, de que existe una situación de “verdadera crisis social” provocada por la falta de agua potable y alimentos, lo cual ha convertido esta capital en “un gran albergue” en el que deambulan por las calles anegadas unas cien mil personas.

“Estableceré y otorgaré, en el límite de mis facultades constitucionales y legales, la máxima autoridad a los secretarios de la Defensa y de Marina, a las fuerzas federales, para que contribuyan a la preservación del orden (…) y se castigue también a quienes incurran en actos de pillaje o lucro”, anunció el mandatario.

En una reunión de evaluación, el gobernador Andrés Granier Melo manifestó ante el Presidente que el manejo de la hidroeléctrica Peñitas “contribuyó enormemente a la desgracia”, y le pidió que, “de una vez por todas”, se eche a andar un plan hidráulico integral para la región, “no obras aisladas o inconclusas”.

También demandó a la Federación más recursos, porque si las obras hubieran sido concluidas, aseveró, “ahora habría daños pero no la catástrofe que estamos viviendo, la peor de todas”. Es un problema mayor al que vivió Nueva Orleáns, insistió.

“Presidente, le podrán decir cifras, pero aquí todos sabemos que cuando turbinan (la hidroeléctrica Peñitas), el río sube (…) Queremos que opere Peñitas y genere energía y riqueza a México, pero que podamos convivir con la presa.”

Pero Calderón respondió: “el origen y la causa de esta catástrofe está precisamente en la enorme alteración climática que, se reconozca o no, se ha provocado.

“En Tabasco en unos cuantos días cayó una precipitación pluvial por encima de cualquier registro que se tenga (…) lo cual explica la crisis que estamos viviendo.”

En cuanto a las obras inconclusas, el Presidente se comprometió a emprender el plan hidráulico de Villahermosa, en coordinación con el gobierno del estado, exclusivamente con orientaciones técnicas.

“Señor gobernador, yo le puedo asegurar que, independientemente de lo que haya ocurrido en el pasado, con gobiernos federales, locales o estatales, de cualquier signo, es un tema independiente.”

En tanto, el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege, advirtió que el desagüe “puede llevar semanas”, probablemente más de un mes. “Vamos a tener inundaciones durante todavía mucho tiempo”.

Agregó: “en tres días llovió mil 200 milímetros de agua. Es tal cantidad de agua que va a requerir varias semanas el desalojo, la evaporación. Esto es un proceso de desagüe natural de la cuenca del río Grijalva y por evaporación, es decir, de manera natural (…) Lo importante es que la gente tenga un espacio digno para aguantar varias semanas”.

Aunque el nivel de los ríos que cruzan el territorio tabasqueño disminuye a razón de 10 centímetros por día (según el parte informativo rendido este viernes), en las próximas horas habrán sido colocados poco más de un millón de costales de arena, para intentar detener los desbordamientos.

Sin contacto con la población

En su segunda visita a la entidad desde el inicio de la contingencia, Calderón no tuvo contacto alguno con los damnificados, sólo miró, desde lejos, tras una reja metálica, la llegada de un grupo de evacuados.

En cambio, sí encabezó una reunión a puerta cerrada, por 45 minutos, con secretarios de Estado y el gobernador.

Portando gorra militar de cinco estrellas, supervisó –en su calidad de comandante supremo de las fuerzas armadas– la salida de vehículos rumbo a las zonas afectadas; cargó algunas despensas y encabezó un sobrevuelo por Villahermosa, Cunduacán, Jalpa de Méndez y Nacajuca, regiones aledañas al cauce desbordado del Grijalva, que ahora forma un gran espejo.

Ante esta catástrofe natural, “una de las peores de la historia reciente del país”, abundó, vendrá “mucha más ayuda”, por lo que pidió a los pobladores no perder la calma, al tiempo de llamar a la solidaridad a las líneas aéreas comerciales y a los fabricantes de plantas potabilizadoras de agua. “Vamos a reconstruir Tabasco cueste lo que cueste”, expresó.

En su turno, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, detalló que el número de aeronaves que se hallan en Tabasco está en relación con la capacidad de transporte que tiene la Fuerza Aérea.

“No hay más, excepto los aviones que se encuentran en mantenimiento en Estados Unidos; no hay más y se emplean a cien por ciento de la capacidad de transporte de tropas, medicamentos y otros suministros.”

Para esta noche habrá en Tabasco unos 7 mil 500 militares; esto es, alrededor de 5 por ciento del total de elementos del Ejército y la Fuerza Aérea, así como mil 627 elementos de la Armada y buques y aeronaves de la misma. Permanecerán también los helicópteros del Estado Mayor Presidencial.

Crisis

A su vez, Humberto Mayans Canabal, secretario de Gobierno, hizo un detallado recuento que, en algún momento, provocó la exasperación del Presidente, quien interrumpió al funcionario para pedirle: “concéntrese en lo más urgente”.

Mayans afirmó que hasta este viernes había daños en los 17 municipios de la entidad, en más de 70 por ciento del territorio (670 localidades afectadas), que han perjudicado a 700 mil ciudadanos; esta tragedia, agregó, representa pérdidas incalculables para la economía del estado.

Tan sólo en el transcurso de dos días han sido rescatadas 10 mil personas; se han habilitado 315 albergues, donde se alojan unas 69 mil personas, la mayoría del municipio de Centro y hasta el momento no hay reporte de decesos, dijo.

Sin embargo, el secretario hizo énfasis en que el daño sufrido por los tabasqueños en su patrimonio, así como las condiciones de vida actuales en las calles de la ciudad, principalmente porque Villahermosa no tiene agua potable, “implica un altísimo riesgo para la estabilidad social del estado”.

Hay 80 unidades médicas afectadas, 150 centros de salud con daños en su estructura y 48 en riesgo (incluidos hospitales de alta especialidad que ya fueron evacuados), añadió el funcionario estatal, y advirtió que sólo hay alimentos perecederos para siete días y no perecederos para 30 días.

Afirmó que el comercio se ha colapsado, no sólo por las inundaciones, sino por el temor de ser víctimas del pillaje, por lo que solicitó “mayor presencia del Ejército para el resguardo de mercancías y del orden social”.

La contingencia es de tal nivel que el Centro Tutelar para Menores Infractores “también se fue al agua”, por lo que fue necesario evacuar a 146 jóvenes y remitirlos al reclusorio estatal, el cual tiene cupo para 2 mil 900 personas, donde ya se delineó –ante la posibilidad de que también se inunde– un plan de evacuación para evitar, como ocurrió en 1999, un motín que provocó la huida de reos de alta peligrosidad.

Está descompuesta la planta potabilizadora de la capital, cuyo servicio requieren con urgencia 800 mil personas. La mayoría de las carreteras están afectadas; ade- más, de 5 mil 700 escuelas que hay en Tabasco, 4 mil se hallan afectadas y el ciclo escolar se suspendió hasta nuevo aviso.

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